Reiki es una poderosa técnica de curación mediante
la imposición de manos. Por medio del Reiki canalizamos energía y
ayudamos al paciente a poner en funcionamiento su sistema de defensas y
a restablecer su salud.
El practicante actúa como CANAL TRANSMISOR permitiendo que Reiki fluya
a través de él, y penetre en la persona, animal ó planta que lo recibe.
Esta energía sanadora y armonizadora, por ser consciente, actuará en
todos los niveles que sea necesario: físico, mental-emocional,
espiritual, favoreciendo así el equilibrio holístico y armonioso del
ser humano. Reiki fluye en las cantidades requeridas, NUNCA dañará o perjudicará al que recibe.
Reiki también se usa como herramienta poderosísima
para la transformación personal y el crecimiento interior, actuando
sobre todos los planos del individuo sin limitarse únicamente al aspecto
físico, induce una armonización de todos los desequilibrios pasados y
presentes, planteando a menudo problemas olvidados o rechazados. Es por
ello que vemos frecuentemente reaparecer enfermedades
en las que ya no pensábamos, o dificultades emocionales que creíamos
resueltas, pero solo se trata de una verdadera acción de
desintoxicación, como la asociada a un período de ayuno: todas las
toxinas físicas y psíquicas vuelven a circular para ser definitivamente
expulsadas. Por eso puede ocurrir en las primeras sesiones, que el
paciente se sienta peor en lugar de mejorar, ello no tiene nada de
asombroso para quienes conocen otras disciplinas de curación natural, la
homeopatía
por ejemplo, y como esto puede generar temor en quienes no se hallan
preparados y carecen de nociones sobre el restablecimiento del
equilibrio global, conviene tranquilizarlo explicándole, si es
necesario, sobre el efecto paradójico de una cura natural.
Por otro lado son numerosas las sensaciones percibidas en el curso
del tratamiento, algunos pacientes se distienden por completo y a menudo
se duermen, otros mas nerviosos, tienen dificultades para relajarse, y
hay quienes tienen la impresión de que no sucede nada. En cualquier caso
se trata de sensaciones subjetivas que no tienen nada que ver con el
proceso de curación.
Lo que se puede afirmar con certeza es que el Reiki no
es nocivo en ningún caso. Independientemente de nosotros mismos y de
nuestra voluntad, es la energía la que se dirige al lugar donde es
necesaria para desencadenar el proceso de curación.
Reiki es por lo tanto una herramienta de la que
dispone el ser humano para enfrentarse a una existencia cada vez mas
alejada del ritmo natural de la vida, y en el curso de la cual se
encuentra cada vez con mas dificultades para permanecer en contacto con
su esencia mas intima, es una terapia natural
al servicio de quienes tienen necesidad de ella. Pero es algo todavía
mas profundo y sagrado para quienes quieren restablecer la armonía con
ese ritmo natural de la Vida.
Por Gemma en SaludTerapia.com
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