lunes, 28 de mayo de 2012

Las Caricias... Son verbales y no verbales

Psicología de la Vida Cotidiana

Todos nosotros necesitamos atención. Tenemos necesidad de ser tomados en cuenta. Esto es una necesidad vital. Es tan vital como el alimento y el aire que respiramos.

La falta del estímulo de ser tomados en cuenta en los primeros años de vida trae consecuencias graves a nivel mental, social y físico.

Esta necesidad de atención se ve satisfecha a nivel de las caricias. Las caricias con un término que acuñó el Dr. Eric Berne en su enfoque denominado “Análisis Transaccional”.

Las caricias son el medio a través del cual nos comunicamos con otra persona, valorándola por lo que es o lo que hace. Se definen como la unidad de atención y reconocimiento que una persona le da a otra. Estas pueden ser físicas o verbales. Las físicas generalmente se visualizan en un beso, un golpe, un abrazo, una palmada, una mirada, etc.

Las caricias se dividen en condicionales e incondicionales. Las incondicionales son aquellas caricias que se dan por lo que la persona es. No hace falta hacer nada para merecerlas.

En cambio, las condicionales se dan por el hacer de la persona. Dependen de lo que la persona ha hecho para merecerlas.

Una vez entendido esto, encontramos que existen caricias condicionales positivas y caricias incondicionales positivas, así como también existen las caricias condicionales negativas e incondicionales negativas.

Veamos algunos ejemplos. Con respecto a caricias incondicionales positivas tenemos frases como: “Eres linda”, “Te quiero”. Con respecto a caricias condicionales positivas tenemos frases como: “Eres muy trabajador”, “Te queda chévere esa camisa”.

En el plano de caricias negativas también tenemos ejemplos. Podemos ver caricias incondicionales negativas tales como: “Eres incompetente”, “No te quiero”. Las caricias condicionales negativas se pueden dar así: “¡Este trabajo está mal hecho, como de costumbre! ¡Nunca puedes hacer nada bien!”. Esta caricia condicional negativa es destructiva e hiriente. Pero una caricia condicional negativa puede ser útil y constructiva como en la siguiente frase: “Este trabajo no está bien hecho. Puedes hacerlo mejor.”

También existen caricias que en apariencia son positivas, pero realmente llevan un mensaje negativo, como por ejemplo, “¡Oye, qué bien te ves, para tu edad!”, “¡Para ser mujer, te desempeñas muy bien en la mecánica!”, “Pobrecito, después de tanto esfuerzo no lograste pasar el examen”. Estas caricias se denominan “plásticas”.


Concordando con Quintero y Boersner en su libro

“¡En mi casa no me entienden!”, para que una caricia nutra realmente a una persona a la cual está destinada, debe provenir de una fuente de amor y simpatía hacia esta persona. En contraste, una caricia que no proviene de esta fuente y se da con motivos ulteriores de interés personal, de manipulación, u otros motivos egoístas, se llama caricia falsa, que es sinónimo de caricia plástica.

Finalmente, se afirma que la caricia por ser de tan magna importancia en la vida del ser humano, siempre los seres humanos están dirigidos a la búsqueda de caricias. Donde escasean, probablemente se conformen con caricias negativas, debido a que cuando carecen de caricias positivas, una negativa es mejor que ninguna.
Artículo de Alessandro D’Amico. El Periodiquito.com.

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